lunes, 25 de febrero de 2008

Error de pronóstico


-No tengo miedo.
-¿Ni un poquito?
-Nada. Ni un gramo.
-Deberías…
-No. Soy inmune. Sólo me enamoro en invierno.

Luego hablamos nimiedades. Ya sabes. Por qué le temes a las hormigas -“Son como un ejército”, me adviertes- o por qué los puntos cardinales son un enigma para mí (nunca encuentro el norte). Hace frío. Llueve demasiado en el sur, y eso que es febrero.
-“Aquí siempre es invierno”, me dice cantadito un chilote. Entonces tiemblo y tú me miras con ojos de taladro. Ya es tarde para arrancar. Me quedo quietecita. Otra vez me equivoqué con el pronóstico.

3 comentarios:

mahiakeff dijo...

Encantado de conocerte. Tus blog son extraordinarios. El comentario no es del tipo "caigamonos bien": es totalmente sincero. Tienes un futuro asiduo visitante. Por cierto, bien la "Venus en el pudridero" Eres la primera persona que conozco que sabe qué es eso. Jejejeje.
Un saludo

Luis.

Calú dijo...

Yo no le tengo miedo a nada, porque no veo el miedo. Y muchas otras cosas no veo. No es malo, y cuando agudizo mis sentidos para poder percibir la realidad desde otro punto de vista, tampoco me resulta, menos lo de los pronósticos.Me acostumbré a no ver...

Nuevo Ícaro dijo...

Me asusta bastante que sea siempre invierno, el amor es algo tan intenso, que casi siempre duele.
Comparto tu miedo.